Tubo digestivo
Esofago
El esófago es un tubo que trasporta los alimentos y líquidos desde la garganta al estómago. Los tumores suelen comenzar en la cara más interna del esófago que se denomina mucosa y van afectando a la capa siguiente, muscular y la más externa, conjuntiva
Los factores que aumentan el riesgo de padecer un cáncer de esófago son: el consumo de alcohol y tabaco, el esófago de Barrett, alteración de la mucosa de la parte inferior del esófago en general por el retorno del contenido del estómago al esófago. Tienen más riesgo de desarrollar cáncer de esófago los varones respecto a las mujeres, y las personas de edad avanzada. Los síntomas que produce el cáncer de esófago son inespecíficos, esto es, pueden estar causados por otras enfermedades no cancerosas. Lo más frecuente es que produzca:
- Dificultad para tragar. Esta dificultad es progresiva, afecta primero a los alimentos sólidos y posteriormente también a los líquidos, ocasionando pérdida de peso y cansancio.
- Ardores, hipo, molestias o dolor por detrás del esternón.
Los efectos secundarios más frecuentes cuando se irradia el esófago son:
- Disfagia: dificultad para el paso del alimento a través del esófago de forma que la ingesta produce dolor retroesternal, sensación de parada del bolo alimenticio, ardores, o hipo. Se debe prestar especial atención al proceso de tragar, comer en pequeños bocados, masticarlos bien, injerir los alimentos lubricados con salsas suaves, y que no estén ni muy calientes ni muy fríos. Es recomendable también aumentar la ingesta de líquidos y evitar consumir alcohol, alimentos picantes o con muchas especias.
- Dificultad para respirar, en ocasiones se puede producir inflamación del pulmón que da lugar a sensación de falta de aire al hacer ejercicio. Puede ayudar a expulsar las secreciones la utilización de humidificadores cuando los ambientes son muy secos. Hay que evitar estar cerca de los aparatos de aire acondicionado, y los lugares con humo.
- Inflamación de la piel: la piel puede ponerse roja y causar picor y escozor. Se recomienda: utilizar jabones neutros, ropa holgada de algodón, proteger la piel del sol. Se debe evitar: roces de costuras o elásticos de la ropa o de colgantes o collares, usar polvos de talco o rasurar el vello con cuchilla. Es posible que en la consulta de Oncología Radioterápica le recomienden alguna crema para hidratar la piel de la zona irradiada.
Estomago
El estómago es el órgano donde se procesan los alimentos. Los factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de padecer un cáncer gástrico son:
- Determinadas enfermedades como: gastritis crónica, infección por una bacteria llamada Helicobacter Pylori, anemia perniciosa, poliposis adenomatosa familiar.
- Una dieta rica en ahumados, y pobre en frutas y verduras.
- Antecedentes familiares de cáncer gástrico.
- Edad avanzada o ser varón.
Los síntomas que produce el cáncer gástrico son inespecíficos, esto es, pueden aparecer también en otras enfermedades no cancerosas. Los más frecuentes son:
- Molestias abdominales, ardores o digestiones pesadas con sensación de hinchazón abdominal después de comer.
- Náuseas y/o vómitos.
- Pérdida de apetito y pérdida de peso. El pronóstico o probabilidad de curación dependerá de una serie de factores:
- Extensión del tumor a través de la pared de estómago, si lo sobrepasa, si afecta a ganglios linfáticos, o si se ha diseminado a otros órganos a distancia.
- La presencia de otras enfermedades del paciente que impidan aplicar los tratamientos indicados.
Su médico le explicará detalladamente qué tratamientos se van a utilizar. Es probable que necesite radioterapia, los síntomas del tratamiento más frecuentes en el caso de irradiación del abdomen son:
- Náuseas y vómitos: Puede tener sensación nauseosa, o digestiones difíciles así como ardor y dolor en la parte superior del abdomen. Para disminuir estos síntomas su oncólogo radioterápico le pautará la medicación adecuada, pero algunos cambios en la alimentación pueden mejorarlos. Debe tomar alimentos blandos, de textura suave y fácil digestión. Los alimentos secos como galletas o tostadas también pueden aliviar la sensación nauseosa. Comidas escasas pero más frecuentes durante el día. Enjuagar la boca antes y después de comer. Beber líquidos a pequeños sorbos. Si hay mal sabor de boca, chupar caramelos de limón. Se deben evitar alimentos picantes, grasos y con olores fuertes y evitar comer en la cocina o en lugares con olor a comida o muy caldeados.
Colon
El intestino grueso está formado por el colon y el recto. En el colon se absorben nutrientes y agua de los alimentos que han sido ingeridos, como ocurre en el intestino delgado, y sirve de contenedor para el material de desecho. Este material va avanzando hasta el recto, última parte del intestino grueso, hasta que es expulsado al exterior a través del ano.
Se denomina cáncer colorrectal al que se origina en el colon o en el recto y se pueden también denominar de colon y recto respectivamente, se agrupan porque tienen muchas características comunes.
La mayoría de los cánceres colorrectales comienza como un crecimiento en el revestimiento interno del colon o del recto llamado pólipo. Algunos tipos de pólipos pueden convertirse en cáncer en el transcurso de varios años, pero no todos los pólipos se convierten en cáncer. Los dos tipos principales de pólipos son:
- Pólipos adenomatosos (adenomas): estos pólipos algunas veces se transforman en cáncer. Debido a esto, los adenomas se denominan afecciones precancerosas.
- Pólipos inflamatorios y pólipos hiperplásicos: estos pólipos son más frecuentes, pero en general no son precancerosos.
La displasia, otra afección precancerosa, es un área en un pólipo o en el revestimiento del colon o del recto donde las células lucen anormales (pero no como células cancerosas verdaderas).
Recto
Los factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de cáncer en el recto son: edad mayor de 50 años, ciertas enfermedades hereditarias, presencia de pólipos, pequeñas formaciones de tejido que en principio son benignas pero con el tiempo se pueden malignizar, haber padecido ya un cáncer colorrectal o que lo haya padecido algún familiar de primer grado. Puede ayudar a prevenir el cáncer de recto la dieta con bajo contenido en grasa y carne roja y rica en fibras frutas y verduras, aunque algunos estudios no lo confirman. Se debe realizar una colonoscopia o la prueba de sangre oculta en heces a partir de los 50 años. La clínica que produce es inespecífica, es decir, puede aparecer en otras enfermedades no cancerosas. Lo más frecuente es que se manifieste con los siguientes síntomas:
- Alteración del ritmo intestinal: presencia de cuadros diarreicos con otros de estreñimiento, así como cambios en la consistencia de las heces que pueden estar mezcladas con sangre de color rojo vivo o bien oscura.
- Dolor abdominal cólico, como “retortijones”, dolor que se intensifica de forma rápida y luego cede, aumento de gases o distensión abdominal.
- Tenesmo rectal: sentir que no se vacía completamente el intestino después de hacer deposición.
- Pérdida de apetito, de peso y cansancio.
Su médico le explicará detalladamente en qué consisten los tratamientos que se van a realizar. En un alto porcentajes de casos la radioterapia formará parte de este tratamiento. En el caso de la irradiación de la pelvis por cáncer de recto los síntomas más frecuentes que puede producir son: § Aumento del número de deposiciones
- Tenesmo rectal
- Diarrea: las deposiciones serán más líquidas. Puede acompañarse de dolor abdominal cólico, así como de aumento de gases o sensación de digestiones difíciles. En ocasiones puede perderse el control del esfínter anal.
- Si aparece diarrea líquida, su médico le pautará la medicación que sea necesaria, pero hay una serie de recomendaciones dietéticas que pueden ser de ayuda:
- Evitar: leche y productos lácteos, comidas picantes, alcohol, alimentos o bebidas con cafeína, algunos zumos de frutas, alimentos ricos en fibra o grasas.
- Realizar una dieta astringente rica en plátanos, compota de manzana, arroces, tostadas etc, es importante beber líquidos como agua, bebidas para deportistas, te descafeinado, gelatinas
- Molestias para orinar: la inflamación de la vejiga urinaria puede dar lugar a síntomas similares a una infección de orina con micciones cortas, dolorosas y con mayor frecuencia. Es importante beber abundantes líquidos para que la orina no este concentrada e irrite lo menos posible.
Inflamación de ano y piel perianal: debido a la irradiación y empeorada por la diarrea puede notar molestias y dolor en ano, y enrojecimiento e incluso heridas en piel anal y perianal. Es importante cuidar la piel, utilizar prendas de algodón, mantener el área limpia y seca, consultar con su oncólogo radioterápico cualquier crema o producto que quiera utilizar. En el caso de las mujeres también pueden notar escozor y molestias vaginales.
Vias Biliares
Las vías biliares es una red que conecta el hígado y la vesícula con el intestino delgado. La cual inicia en el hígado donde se recoge la bilis. Los conductos biliares hepáticos derecho e izquierdo son los encargados de llevar la bilis, salen del hígado y se juntan formando el conducto hepático común. La parte de este conducto que está fuera del hígado se denomina vía biliar extrahepática, esta se une a un conducto que llega de la vesícula biliar y juntos forman el conducto biliar común. La vesícula biliar libera la bilis a través de este conducto hacia el intestino delgado durante la digestión.
El cáncer se origina en las células que revistan los tejidos del epitelio. Los cánceres de las vías biliares son conocidos como Colangiocarcinomas. La mayoría de este tipo de tumores surge en la zona perihiliar, representan el 60% de los colangiocarcinomas. Alrededor del 25% en el sistema ductal y del 5-10% en la zona intrahepática.
El colangiocarcinoma que comprende el área donde el conducto derecho e izquierdo se bifurca para forma el conducto biliar común se denomina Tumor de Klatskin.
Higado
El hígado es uno de los órganos más grandes del cuerpo. Tiene cuatro lóbulos y ocupa la sección superior derecha del abdomen. Entre las funciones más importantes destacan:
- Filtración de sustancias dañinas en la sangre para que puedan ser transportadas desde el cuerpo hasta la materia fecal y la orina.
- Producción de bilis para ayudar a la digestión de las grasas que provienen de los alimentos.
- Almacenamiento de azúcar, que es utilizado por el organismo para obtener energía.
El carcinoma hepatocelular o hepatocarcinoma es el tipo más frecuente. Se origina en las células principales del hígado, en los hepatocitos. Usualmente ocurre en personas que han tenido cirrosis y es más frecuente en hombres que en mujeres.
Existe un subtipo de carcinoma hepatocelular llamado hepatocarcinoma fibrolamelar que ocurre principalmente en jóvenes y adolescentes, en hígados no cirróticos.
El Colangiocarcinoma es referido al cáncer de las vías biliares. Puede comenzar en cualquier parte de las vía biliares y cuando se da en sección que está dentro del hígado es tratado cono un cáncer de hígado.
Tu salud en las mejores manos.
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